El lunes me pongo a dieta!!! ¿Cuántas veces has pensado esto? Porque yo lo pensaba cada lunes pero se me olvidaba dos días despues. ¿Te pasa a tí lo mismo? ¿Te funcionó alguna de las dietas que hiciste?
Cuando te propones adelgazar, debes saber que todos empezamos con mucha fuerza. Tal vez puedas resistirte un lunes a esas tentaciones de comida basura o dulces sin muchas complicaciones. Pero luego llega ese día en el que nos levantamos con mal pie, todo nos sale mal o tenemos un problema con alguien que nos genera emociones desagradables y entonces nos lanzamos por comida como si no hubiera un mañana. ¿Dónde quedó nuestro propósito de adelgazar? ¿Tan poco nos ha durado nuestras buenas intenciones?
Lo curioso es que a pesar de que esto le suceda a mucha gente, volvemos a intentarlo cada lunes de la misma manera… Y claro, seguimos obteniendo el mismo resultado: dos días bien y luego fatal.
El círculo vicioso de las dietas
Si quieres adelgazar y llevas intentandolo sin éxito varias veces, ha llegado el momento de parar y reflexionar. ¿Realmente crees que vas a conseguirlo de esa manera? Si no te ha funcionado hasta ahora ¿No crees que ha llegado el momento de probar algo diferente? Porque cuando decides ponerte a dieta el lunes es probable que te pase lo siguiente:
- Te pasas el fin de semana atiborrándote de toda esa comida que luego no vas a poder comer.
- Cuando llega el lunes, decides cambiar tu alimentación en un día y comer super sano.
- La cabeza no para de pensar en esos alimentos prohibidos que tanto te gustan.
- A medida que los días avanzan, te sientes con menos fuerza y peor humor.
- Dejas de salir con los amigos porque lo pasas fatal por no poder comer lo mismo que ellos.
- Compruebas tu peso cada día y te desesperas si no ves ningún cambio.
- Tu mente no deja de sabotearte pensando en toda esa comida prohibida.
- Cada día necesitas ser más fuerte para resistirte a las tentaciones….
Y a medida que avanzan los días, tu estado de ánimo empeora y te sientes de mal humor, hasta el día que no puedas más y tires la toalla. Ese día no podrás parar de comer, pero lo peor es la culpa que sientes luego, después de tanto esfuerzo y ver que otra vez has fallado. Tu confianza en tí habrá fallado una vez más y eso puede minar tu autoestima y empeorar la situación. Es probable que no puedas parar de comer todos esos alimentos que te habías prohibido y el resultado es que vuelves a recuperar el peso perdido con algún kilito más de regalo.
Y así es como podemos rodar y rodar en este círculo vicioso de las dietas que sólo te llevan a engordar más cada vez que lo intentas.
Las 4 Cosas Que Haces Mal al Empezar una Dieta
A continuación, voy a contarte cuáles son las 4 cosas que haces mal al empezar, para que la próxima vez que decidas mejorar tu alimentación, sea la definitiva
Las prisas
Sé que te urge quitarte todo ese peso de encima y estás deseando mirarte en el espejo y ver resultados, pero las prisas te están jugando una mala pasada. Llevas mucho tiempo sin hacer nada al respecto y cambiar la alimentación no puede hacerse de la noche a la mañana. Siempre que quieras hacer una mejora en tu alimentación, debes hacerlo de forma progresiva para que tu cuerpo y tu mente se adapten al cambio. Hablamos de una transición entre el estado anterior y el deseado, y para alcanzarlo necesitamos tiempo y emprender acciones pequeñas cada día. Sólo de esta forma lograrás un cambio duradero y permanente en el tiempo. Si lo haces así, una vez que adelgaces podrás mantenerte sin esfuerzo.
Si quieres cambiar toda tu alimentación, empieza la primera semana enfocandote sólo en el desayuno. Cuando consigas hacer un desayuno saludable sin esfuerzo y lo tengas integrado, puedes continuar mejorando tus comidas y luego las cenas. Pero todo a la vez puede ser perjudicial para tí. A veces nos ponemos retos tan grandes y tan difíciles, que esa es la razón principal que nos hace sabotearnos los sueños. Recuerda, estás en una transición.
El propósito
Sí, claro, el propósito es adelgazar, bajar de peso, perder volúmen… pero aquí voy a hablarte de algo más tangible, algo en lo que puedas enfocarte. ¿Qué podrías hacer ahora que te ayudara a bajar d epeso? Podrías por ejemplo comenzar la comida con una ensalada. O tal vez prefieras cambiar tu desayuno y probar uno de esos batidos verdes de los que tanta gente habla, Si te propones cada día una cosa, será más fácil para tí saber si lo estás consiguiendo.
No hace falta que sean retos muy grandes. Recuerda que una manera de sabotearte es querer hacer retos imposibles como eso de cambiar la alimentación de la noche a la mañana. Tu propósito debe ser retador pero relativamente fácil de conseguir. Comienza con el nivel principiante para que puedas recuperar la confianza en tí y que cada semana puedas subir un poquito el nivel a medida que los vas superando. También puedes proponerte un reto semanal y otro diario. Te sugiero que lleves un diario y anotes tus progresos. Escribir tus logros te llenará de motivación para continuar con energía y fuerza hasta alcanzar tu propósito.
El enfoque
Si quieres cambiar tu alimentación, no vas a conseguirlo pensando en esos alimentos que no debes comer. Yo te sugiero que en vez de prohibirte alimentos te enfoques en mejorar la calidad de tu comida. Elige alimentos que sean nutritivos para tus células y procura pensar en ellos a menudo. Puedes leer libros de recetas saludables o ver vídeos que te ayuden a saber cómo preparar platos sanos. De esta forma, te estarás enfocando en lo que SI quieres en tu vida.
Si te quieres prohibir alimentos, no vas a parar de pensar en ellos y te van a apetecer con más fuerza aún. Si tienes un antojo muy grande, date el permiso para comerte un pedacito y quitarte el antojo. Eso es mucho mejor que resistirte durante días y darte luego un atracón. Recuerda: estás en una transición. Sigue enfocándote en lo que SI quieres en tu vida y poco a poco ganará fuerza ante esos antojos pasajeros.
La ansiedad
La ansiedad, la tristeza, el enfado y todas esas emociones que no nos gusta sentir, suelen traer un mensaje positivo. La ansiedad no deja de ser una alarma que te indica que algo no va bien. Si tapas la emoción con comida, es posible que temporalmente dejes de sentirla, pero lo único que estás haciendo es cerrar los ojos para no ver algo que va a seguir ahí hasta que lo veas. Es por eso que si utilizas la comida para calmar tus emociones, sólo estás poniendo una tirita que no va a aliviarte y sí va a engordarte. En vez de seguir mirando hacia otro lado, tal vez ha llegado el momento de sentir y ver que algo no va bien en tu vida para ponerte manos a la obra y solucionarlo.
Espero que la próxima vez que decidas proponerte mejorar tu alimentación tengas presentes estos consejos. Bajar de peso es algo más fácil de lo que imaginas y está en tu mano conseguirlo. Si quieres aprender una nueva forma de comer que te permita adelgazar de una forma positiva, te invito a que te apuntes a la próxima edición del taller «Reconquista tu Cuerpo» donde te enseñaré las 7 Reglas de Oro que te permitirán deshacerte del peso que te sobra sin prohibirte alimentos, sin pasar hambre y sin ansiedad.
Hasta la próxima semana!!